Es decir, se refiere a pensamientos que la persona tiene sobre su cualificación y sobre estar a la altura del puesto que ocupa, de lo que otras personas piensan de ella, de lo que esperan, de los logros que podrá conseguir. Creen que en algún momento otras personas se darán cuenta de que son “unos impostores” y que en realidad no son buenos en lo que hacen, no tienen las habilidades o la cualificación que parecen poseer.
Se trata de un sesgo en el pensamiento en el cual la persona no valora sus logros, minimiza sus cualidades, siente inseguridad constante y se infravalora. La persona tiende a pensar que además todo aquello que ha conseguido en la vida es fruto del azar, de la suerte, de que en realidad otras personas han valorado algo sin darse cuenta de que no dispone de los conocimientos o habilidades necesarias para ello.
Es importante destacar que este síndrome no viene recogido en el Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales DSM-V, por lo que no está establecida un definición estricta del mismo. Las características asociadas y cómo detectarlo vienen recogidas de los diferentes casos que los psicólogos hemos visto en la práctica clínica al ver que en diferentes personas se cumplen una serie de pensamientos, emociones y conductas que se podrían agrupar de forma conjunta.
Cada caso es diferente y por lo tanto se deberán tener en cuenta las características específicas de la persona, sus emociones y pensamientos así como sus conductas. Aún así se pueden mencionar algunos puntos que pueden ser útiles para trabajar en tu síndrome del impostor o impostora:
Estos son algunos consejos que pueden ayudarte, pero si crees que no son suficientes y necesitas de ayuda externa, puedes ponerte en contacto conmigo a través del formulario de contacto, vía email o por teléfono.
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