Cómo superar una ruptura amorosa: 9 pasos para recomponerte

¿Estás pasando por una ruptura amorosa y sientes que el dolor no se va a acabar nunca?

Tranquilo no estás solo. Superar una ruptura sentimental es uno de los procesos emocionales más difíciles, pero también uno de los más liberadores. Aunque ahora lo veas todo negro, te aseguro que sí se puede salir de esto, y lo vas a lograr.

En este artículo te explico cómo superar una ruptura amorosa paso a paso, entendiendo tus emociones, evitando errores comunes y ayudándote a reconectar contigo. Si necesitas acompañamiento profesional, al final del artículo encontrarás cómo contactarme.

1. Aplica el contacto 0

Una de las decisiones más difíciles, pero más necesarias, es cortar todo contacto con tu ex. Aunque sientas el impulso de seguir hablando, mantener el vínculo solo alimenta el dolor.

Si tenéis asuntos pendientes (como recoger cosas o temas legales), intenta gestionarlos cuanto antes puedas. Si puedes delegar en alguien de confianza, hazlo. Proteger tu estabilidad emocional es lo primero.

A veces este contacto 0 es imposible debido a que hay hijas/os en común, viviendas, etc. Si es tu caso, trata de hablar únicamente para lo estrictamente necesario y nada más. Esto del contacto 0 implica también protegerte de ver sus redes sociales, por lo que te recomiendo que puedas quitarlas cuanto antes.

Es un paso difícil y a veces te llevará un tiempo hacerlo, no seas duro/a contigo si te cuesta un tiempo llevarlo a cabo.

2. Acepta el dolor: es parte del duelo

Sentir tristeza, enfado, ansiedad o incluso alivio es completamente normal. No intentes bloquear esas emociones: el dolor es parte del proceso de sanación.

Evitarlo solo lo alarga. Permítete sentir, llora si lo necesitas, escribe, habla con alguien de confianza. Tu mundo emocional está reordenándose, y eso lleva tiempo.

3. Recuerda lo que no funcionaba en la relación

Cuando una relación termina, solemos idealizar los momentos buenos y olvidar los conflictos. Pero es clave que recuerdes los aspectos negativos: lo que no encajaba, lo que te hacía sentir mal o no hacia que la relación funcionara del todo.

Haz una lista si lo necesitas. Este ejercicio no es para que odies a tu ex, sino para ayudarte a entender por qué esta relación no era tan perfecta como pensabas.

Puede haber casos donde quizás sintiéramos que todo iba bien y que simplemente se acabó el amor por parte de la otra persona. En esos casos este paso suele ser más difícil, no se trata de forzarte a pensar cosas negativas sino de ver qué aspectos tampoco estaban funcionando del todo.

cómo superar una ruptura

4. No creas todo lo que piensas: identifica pensamientos distorsionados

Frases como “nunca encontraré a alguien igual”, “éramos perfectos” o “no tenía sentido que me dejara” son pensamientos comunes pero dañinos. Son producto del miedo y la incertidumbre.

Tu mente, en busca de seguridad, te lanza estas ideas para volver atrás. Pero recuerda: muchas veces lo que te dices no es real, solo es reflejo de tu herida emocional. Recurre a tu lista del punto 2 si necesitas anclarte a la realidad. Aun así vas a tener que aceptar que estos pensamientos sigan llegando. No luches con ellos, sino que simplemente sé consciente de que son fruto del proceso.

5. Escríbele una carta (pero no se la envíes)

Una estrategia terapéutica muy efectiva es escribirle una carta a tu ex pareja. Di todo lo que quieras expresar, sin filtros. Luego, decide qué hacer con ella: guárdala, quémala, rómpela… pero no la envíes.

Esta carta es para ti. Es una forma simbólica de cerrar el ciclo y liberar emociones atrapadas.

6. Rodéate de personas que te quieren y haz planes

No se trata de evitar el dolor saliendo todos los días, pero sí de mantener un equilibrio: tiempo para ti, y tiempo para distraerte y conectar con otros.

Busca a tus amigos, tu familia, personas que te hagan bien. Si compartías amistades con tu ex, tómate un descanso de ese círculo si lo necesitas durante las primeras semanas o explícales que no quieres hablar del tema. Tu bienestar es prioridad.

7. Acepta que el final también es una oportunidad

Cuando algo termina, puede doler… pero también abre la puerta a nuevas experiencias, aprendizajes y personas. Esto no es un mensaje que pretende vender positividad tóxica y que dice que de todo lo malo se saca algo bueno. No se trata de eso. A veces, una ruptura es una forma de crecer y redescubrir quién eres de nuevo.

Pregúntate: ¿Qué espacio se libera en tu vida ahora? ¿Qué cosas nuevas puedes cultivar?

8. Date tiempo antes de empezar otra relación

Iniciar una nueva relación de inmediato puede parecer tentador, pero a menudo responde a una necesidad de tapar el vacío emocional.

Tómate un tiempo para ti. Reconéctate contigo, con tus gustos, tus valores, tus límites. No se trata de cerrar la puerta al amor, sino de abrir primero la del amor propio.

Al decir relación me refiero también a relaciones menos serias, ya que a veces esto también sigue siendo una forma de no sentir la soledad y de tapar el sentimiento de dolor.

9. Integra lo bueno

Con integrar lo bueno me refiero a ver la relación que tenías en su totalidad. En el punto tres hemos hablado de reconocer los aspectos negativos o que no funcioban en vuestra relación. Aquí se trata de ver lo bueno y lo que valorabas y ver esa totalidad en conjunto. Las relaciones son el conjunto de todo lo vivido, de los valores que nos unían, los que nos separaban, lo que estaba bien y también aspectos que nos hacían no estarlo. 

Aprende a ver esa totalidad de la relación para que con el tiempo puedas recordarla desde el cariño. Aunque parezca que este punto solo te hará sufrir más por la ruptura, lo cierto es que no. te puede hacer conectar con la gratitud de lo vivido con esa persona.

No busques que este proceso sea racional. Aunque sepas ver también los aspectos menos buenos de la relación eso no quita que sigas teniendo que pasar por ciertas emociones desagradables. Solo desde aceptar eso, podrás seguir avanzando.

Procesar una ruptura y superarla lleva tiempo, pero es posible

No ocurre de la noche a la mañana y no te metas prisa en querer superarlo cuanto antes. Cada pequeño paso cuenta. Date permiso para sentir, para soltar, para volver a empezar.

Si sientes que este proceso se está volviendo demasiado difícil o te encuentras estancado/a emocionalmente, recuerda que pedir ayuda psicológica puede marcar la diferencia. Estoy aquí para acompañarte si lo necesitas

¿Te gustaría comenzar tu proceso de sanación acompañado/a?

Puedes contactarme a través del formulario de contacto o por teléfono. Estaré encantada de ayudarte a recuperar tu equilibrio emocional.

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